¡Oh Señor, Señor nuestro, cuán glorioso es Tu nombre en toda la tierra, y no solo en el Reino de la Gracia, cuyos representantes están aquí alabando Su gran nombre, sino en el Reino del Poder! Jehová, Jesucristo, Mesías, Hijo del Hombre, nuestro Rey todopoderoso: ese es el consuelo de la Iglesia, esa es la suma de su mensaje.

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