En ese día el Señor defenderá a los habitantes de Jerusalén con un fortalecimiento especial contra el enemigo; y el que es débil entre ellos, literalmente, "el que tropieza", uno que apenas puede sostenerse, en ese día será como David, para el judío el tipo más alto de fuerza y ​​valor; y la casa de David será como Dios, como un ser sobrenatural, como el Ángel del Señor delante de ellos, como el Hijo de Dios en Su forma del Antiguo Testamento, cuyo poder vivía en Sus creyentes.

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