Entonces le respondí y le dije, ansioso por obtener más información sobre este punto tan interesante: ¿Qué son estos dos olivos del lado derecho del candelero y del lado izquierdo del mismo? El candelabro estaba en el centro con los brazos extendidos a ambos lados, y junto a estos brazos estaban los dos olivos que desconcertaban al profeta.

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