Aquí tenemos el récord de victorias sobre Ammón y Siria. En lo que respecta a David, es interesante revelar el mismo espíritu de buena voluntad en David en su intento de mostrar bondad a Hanum, y los mismos elementos de fuerza como guerrero mientras dirigía a las huestes de Israel contra las fuerzas de Siria, y los derrotó.

Joab aparece una vez más en toda la fuerza áspera y terrible de su naturaleza. Es interesante observar que en sus arreglos no tuvo en cuenta la posibilidad de una derrota final en su conflicto con Arnmon. Dividió sus fuerzas y lo hizo para que si los sirios de un lado fueran demasiado fuertes para él, el ejército de Abisai, su hermano, lo ayudara. O si, por el contrario, los hijos de Ammón fueran demasiado fuertes para Abisai, él ayudaría a Abisai.

No parece que se le haya ocurrido que la combinación podría haber sido demasiado para ambos. En todo esto se revela la verdadera cualidad del soldado. Reconoce la posibilidad de la derrota en un momento, pero nunca la del triunfo final del poeta. No nos sorprende que Joab saliera victorioso.

Esta historia constituye la culminación del relato del ascenso de David al poder y se prepara para la terrible historia de su caída mostrando las circunstancias generales bajo las cuales ocurrió la caída.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad