En este salmo, la necesidad humana se expone aún más vívidamente. Aquí se ve la conciencia resultante de las dificultades descritas en el salmo anterior. Aquí hay una combinación de luchas y miedos dentro y fuera.

La embestida del enemigo y el corazón tembloroso constituyen una experiencia que solo puede describirse como la de un espíritu abrumado. Hay dos notas que corren una al lado de la otra a lo largo de la canción. El primero es el de esta terrible sensación de impotencia y desesperanza en lo que concierne al hombre. El otro es el de la aplicación decidida del alma indefensa a Jehová. Existe la máxima urgencia en este método.

"Lloro con mi voz ... derramo mi queja ... le muestro mi angustia". Toda la necesidad se recoge en la tremenda declaración: “El refugio me ha fallado; nadie se preocupa por mi alma ". Esto se responde con fe triunfante en las palabras: "Oh Jehová ... Tú eres mi refugio". La canción termina con un ferviente clamor de liberación y una afirmación de confianza en que el clamor será escuchado y respondido.

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