“Y di a la gente de la tierra: 'Así dice el Señor Jehová acerca de los habitantes de Jerusalén y de la tierra de Israel. Comerán su pan con prudencia y beberán su agua con espanto, porque su tierra quedará desolada de todo lo que hay en ella a causa de la violencia de todos los que la habitan. Y las ciudades habitadas serán asoladas, y la tierra será una desolación, y sabrás que yo soy el SEÑOR. "

Sus acciones describirían lo que vendría sobre Jerusalén y Judá. "La gente de la tierra" es una frase habitual que indica a toda la gente, la gente común. La falta de administración resultaría en aún más violencia en la tierra, sin nadie para frenar a los malhechores. Algunos desolarían la tierra con sus actividades. Así, la gente corriente estaría cargada de cuidados y viviría en constante consternación. Es un cuadro de constante inquietud y anarquía, con sus inevitables consecuencias. Habían ignorado el pacto y las leyes de Yahweh, ahora experimentarían las consecuencias de hacerlo.

Tanto las ciudades como la tierra quedarían desoladas. Ninguno escaparía. Para que se les hiciera reconocer que su Dios era el Dios que hacía demandas morales y exigía juicio cuando esas demandas morales eran ignoradas. Se les haría reconocer que en verdad era Yahvé, el Dios vivo y presente, con Quien habían estado tratando y a quien habían estado ignorando y tratando con indiferencia.

A pesar de la actitud apática del pueblo, se cumplirán las profecías de advertencia.

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