Y se quedó allí esa noche y tomó de lo que tenía consigo un regalo para Esaú su hermano. Doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientos tejos y veinte carneros, treinta camellos lecheros y sus potrillos, cuarenta vacas y diez toros, veinte asnas (o asnos) y diez potrillos.

Dar un regalo para honrar a alguien importante era una costumbre habitual de la época (comparar con 43:11) y su aceptación indicaría la voluntad de tratar pacíficamente.

El presente fue generoso. Nuevamente, los números son números redondos que indican la cantidad aproximada, aunque es posible que los haya numerado exactamente. Pero el conteo exacto no era una característica de la época, excepto entre los hombres instruidos y los hombres de negocios y, por lo tanto, es poco probable. Es de destacar que de los camellos y burros no proporciona machos (excepto posiblemente como potros y potrillos). Esto puede indicar que tenía pocos de ellos y aquellos para la cría. Esta es una prueba de la precisión y autenticidad de la narrativa.

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