Capítulo 58. El desafío de Dios a su pueblo.

Esta sección de Isaías es una súplica continua a Israel para que se vuelva a Dios del pecado. Si la obra del Siervo va a ser de algún provecho, y si Israel va a convertirse en Su Siervo, entonces el pecado debe ser tratado y ellos mismos deben venir a Él con fe y obediencia.

Entonces, en este capítulo, Dios llama a Isaías, y a cada uno de sus siervos, a hablar con valentía a su pueblo y hacerles comprender su verdadero estado. Señala por qué no puede responder a su pueblo o responder a sus clamores, y eso se debe a que la base de su enfoque es falsa. Y luego describe la forma en que pueden alterar la situación completamente respondiendo a Él y viviendo vidas de rectitud, pureza y bondad ante Él, incluyendo el deleitarse en Yahweh mismo.

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