" Y los hijos de Dan le dijeron:‘No deje que su voz se oiga entre nosotros, no sea que los de ánimo colérico os acometan y se pierde su vida, con la vida de su hogar.’ '

Los de Dan no dieron excusas. No tenían vergüenza. Simplemente señalaron su fuerza y ​​sugirieron que tuviera cuidado en caso de que algunos de ellos perdieran los estribos. Hasta ahora habían tenido paciencia. Que esté agradecido por eso. Porque había pocas dudas de quién ganaría si hubiera una pelea. Era un caso en el que el poder tenía razón. No es que probablemente quisieran una pelea porque querrían preservarse para la próxima invasión.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad