Y los hijos de Dan le dijeron: No dejes que se oiga tu voz entre nosotros, no sea que te acometan compañeros furiosos, y pierdas tu vida y la de tu familia.

Los hijos de Dan le dijeron: No dejes que se oiga tu voz entre nosotros... Tanto Miqueas como los danitas daban gran importancia a la posesión de imágenes sin vida como garantía del poder y el favor de Yahvé: ambos pensaban que, por la transferencia forzosa de un poco de plata de una parte a la otra, la una había perdido y la otra había ganado el medio más seguro de prosperidad.

Sin embargo, al ver que su partido no era rival para los danitas, Miqueas pensó que era prudente desistir, conociendo bien la regla que entonces prevalecía en el país, de que, 'Deberían tomar a quien tuviera el poder, y deberían retener a quien pudiera'.

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