" Y hallaron de los moradores de Jabes de Galaad cuatrocientas doncellas que no habían conocido varón acostándose con él. Y los llevaron al campamento, a Silo, que está en la tierra de Canaán.

Se llevó a cabo la proscripción y se salvaron cuatrocientas vírgenes que "no se habían acostado con un hombre". O eso es lo que presumiblemente dijeron sus seres queridos antes de morir, para salvar sus vidas. Y estos fueron llevados al campamento en Siloh donde solía estar el tabernáculo. El Arca ahora también habría regresado allí, porque Shiloh era el santuario central regular. Pronto seguiría una ceremonia sagrada con los seiscientos hombres de Benjamín en la renovación del pacto.

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