'Y le dijeron: "Podemos".'

En su respuesta, no tenían idea de qué estaba hablando. Tal vez pensaron ingenuamente en términos de la copa del Rey y las gracias sociales, o tal vez reconocieron que, aunque puede haber peligros por delante cuando Jesús, como Mesías, finalmente buscara establecer Su gobierno, podrían enfrentar valientemente a la oposición, y si necesario morir noblemente por la causa. Pero de lo que no tenían ni idea era de la humillación, del sufrimiento, de la degradación, incluso del lento martirio por exquisita tortura, de que hablaba.

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