"E inmediatamente el chorro de sangre se secó y sintió en su cuerpo que estaba sana de su maldición".

Sucedió lo increíble. Después de todos esos largos años, fue sanada. Ella lo supo al instante. ¿Quién mejor que ella? Y sabía que los largos años de tormento habían terminado. Ella estaba completa. Ella era una mujer nueva. Ella fue limpiada. Ella también se habría alejado sigilosamente, aunque estaba agradecida, pero no pudo ser. Nadie jamás invocó a Jesús con fe y fue ignorado.

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