BENDICIÓN RÁPIDA

Isaías 65:24 . Antes de que llamen, responderé.

La generosidad divina supera las peticiones humanas. La promesa que se da aquí con tanta gracia está ilustrada en la práctica por muchos casos registrados en las Escrituras. Y muchos cristianos devotos pueden dar fe de una disposición similar.
I. La condición de la pronta bendición. Del lenguaje del texto queda claro que la promesa se limita a aquellos que:

1. Son conscientes de la necesidad; y
2. Reconocer que tal necesidad sólo puede ser suplida por una fuente Divina.

II. El personaje , etc. El lenguaje utilizado es muy sencillo y muy humano. Se nos asegura que cuando la petición y su espíritu sean aceptables, Dios:

1. Escuche. Esto es algo más que una declaración de la Divina Omnisciencia. Oirá como un rey escucha el pleito de un favorito o la petición de un suplicante, es decir , con disposición atenta y favorable.

2. Respuesta. Esto significa no meramente con palabras, sino con actos. Se da la seguridad de que la providencia de Dios suplirá una necesidad, o que Su gracia remitirá un pecado, o que Su Espíritu impartirá la fuerza o la guía necesarias.

III. La explicación , etc. Si se cuestionara a un benefactor humano, habría algo paradójico en esta promesa. Pero esto desaparece cuando se recuerda quién es el que hace esta maravillosa promesa.

1. El perfecto conocimiento que el Divino Benefactor tiene con las necesidades del suplicante.

2. La benevolencia espontánea y abundante del corazón divino se apresura a anticipar las necesidades, a dejar atrás las peticiones de aquellos que tienen peticiones que presentar y bendiciones que implorar. The Homiletical Library , vol. ii. págs. 157, 158.

I. El hombre necesita invocar y hablar con Dios. II. Se anima al hombre a invocar y hablar con Dios . Predicador laico.

Isaías 65:23 .

1. Los personajes descritos. II. Su felicidad. Una bendición sobre su trabajo. Sobre sus hijos.

Isaías 65:25 . I. Algunos tipos de naturaleza humana. II. Su armoniosa combinación. Sentimientos, gustos, hábitos alterados, todos armonizados. III. El poder mediante el cual se efectuará este cambio. IV. La feliz cuestión. Paz, amor, justicia. V. El contraste de la señal. En la serpiente y su simiente.— J. Lyth, DD

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