1 Crónicas 28:9

En estas palabras nos hemos ejemplificado maravillosamente la ansiedad de un padre verdaderamente religioso por el bien eterno de sus hijos. Considerar:

I. Que sin sinceridad y seriedad nuestra religión no puede ser de ningún valor a los ojos del Dios omnisciente, de Aquel a quien Él mismo describe como "escudriñando todos los corazones y comprendiendo todas las imaginaciones de los pensamientos".

II. La verdadera seriedad es totalmente de naturaleza práctica. No depende del estado de los sentimientos de una persona, sino de su curso general de vida y comportamiento. Es mucho más fácil mantener los sentimientos religiosos, o lo que se llama así, que las prácticas realmente religiosas, por lo que la demostración externa de seriedad es mucho más frecuente que la realidad. El consejo celestial para nosotros es ahora, como siempre ha sido: "Hijo mío, conoce al Dios de tus padres".

III. No es suficiente que se enseñe a los jóvenes simplemente a " conocer al Dios de sus padres"; deben ser advertidos también de la necesidad que se les impone, como a todos los cristianos, de "servirle con un corazón perfecto y con una mente dispuesta". "Servir a Dios con un corazón perfecto" es la suma y sustancia de toda religión práctica. Significa que debemos amarlo a Él más que cualquiera o todas las cosas de este mundo; que siempre debemos buscar lo que le agradará y evitar lo que le entristecerá; para que vivamos como en Su presencia constante, y estemos completamente resignados y satisfechos con lo que Él ordena para nosotros. La expresión "servir a Dios con voluntad" parece significar que la religión debe ser no solo el negocio, sino también el deleite de nuestras vidas.

IV. "Si lo abandonas, él te desechará para siempre". Abandonar a Dios es irse, olvidarlo, descuidarlo, preferir otras cosas antes que Él. En la medida en que seamos tentados a abandonar a Dios y su justa voluntad, debemos, por supuesto, provocarle para que nos abandone y nos deje a nosotros mismos, o, en las palabras del texto, "para desecharnos para siempre".

Sermones sencillos de los colaboradores de "Tracts for the Times" vol. x., pág. 285.

Referencia: 1 Crónicas 28:9 . Preacher's Monthly, vol. iv., pág. 315 y vol. VIP. 25; G. Brooks, Outlines of Sermons, pág. 127.

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