Ezequiel 36:16,17

Ezequiel 36:16 I. Esta porción de la Escritura, que se extiende en adelante desde el versículo dieciséis, presenta un epítome o bosquejo del Evangelio. (1) En Ezequiel 36:17 tenemos al hombre pecando. (2) En Ezequiel 36:18 tenemos al hombre sufriendo. (3) En Ezequiel 36:19 hombre aparece como objet... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 36:17

Ezequiel 36:17 I. Mire al hombre pecando. "Habéis profanado la tierra". El texto nos presenta el pecado como una contaminación, y es lo único que a los ojos de Dios nos deforma y contamina. II. Mire la naturaleza de la contaminación. (1) Es interno. (2) Es universal. (3) Es incurable. T. Guthrie,... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 36:18,19

Ezequiel 36:18 Suponiendo que Dios es amor, cabe preguntarse: ¿Cómo armoniza eso con el texto? ¿Cómo puede reconciliarse con palabras en las que Dios se representa a sí mismo derramando su furor como una lluvia de truenos, y esparciendo a su pueblo en una tormenta de indignación, como paja ligera y... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 36:22

Ezequiel 36:22 El texto se divide en dos ramas: primero, lo que no; en segundo lugar, qué hace; mueve a Dios para salvarnos. A la primera pregunta, nuestra respuesta es No hay nada en nosotros; al segundo, su consideración por su propio santo Nombre. I. La doctrina de que Dios no se mueve a salvar... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 36:23

Ezequiel 36:23 I. La misericordia de Dios es glorificada en la redención. II. En la redención, Dios es glorificado en la completa incomodidad de todos sus enemigos y los nuestros. (1) Es glorificado por la derrota de Satanás. (2) Él es glorificado por el tiempo y la manera en que lo hace. (3) Él e... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 36:23,24

Ezequiel 36:23 Pasando por alto la aplicación especial de estas palabras a los judíos y mirándolos en su conexión profética con el plan de redención, observo I. Que Dios pudiera haber reivindicado Su honor y santificado Su Nombre en nuestra destrucción. Dos métodos para glorificar Su Nombre están... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 36:24

Ezequiel 36:24 I. Al llevar a cabo la obra de redención, Dios llamará a su pueblo fuera del mundo. II. El poder de la gracia divina se muestra sorprendentemente en este llamamiento eficaz. III. Dios completará el número de su pueblo. "Los recogeré de todos los países". IV. Estamos seguros de que... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 36:25

Ezequiel 36:25 I. El pueblo de Dios no es elegido porque sea santo; son elegidos para ser santos. II. En la redención, los salvos no son justificados por sí mismos, sino por Dios. III. No somos justificados ni limpiados de la culpa del pecado mediante la administración o eficacia de cualquier ord... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 36:26

Ezequiel 36:26 I. Se quita el corazón viejo y se coloca uno nuevo en su lugar. La sustitución de un corazón por otro implica un cambio total en el carácter y la corriente de nuestros afectos. Ahora bien, un cambio puede ser simplemente una reforma o, si se extiende más allá, puede convertirse en un... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 36:27

Ezequiel 36:27 Al considerar la nueva vida que el creyente vive en obediencia a la ley de Dios, observo: I. Es una obediencia voluntaria. Muchos movimientos tienen lugar en el universo independientemente de cualquier voluntad que no sea la de Dios. La savia sube al árbol, los planetas giran alrede... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 36:36

Ezequiel 36:36 I. El texto anuncia una verdad importantísima. II. Esta verdad imparte ciertos consuelos al verdadero cristiano. (1) A través de su confianza en esta verdad, el creyente entrega todos sus cuidados terrenales a Dios. (2) A través de su confianza en la verdad del texto, el creyente se... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 36:36,37

Ezequiel 36:36 I. La oración se basa en el conocimiento. Antes de poder hablar con Dios, debemos conocer a Dios. "¿Cómo llamarán", pregunta el Apóstol, "a aquel en quien no han creído?" Incluso la oración de los paganos, en cuanto oración, se basa en el conocimiento. (1) Que el hombre que quiera or... [ Seguir leyendo ]

Ezequiel 36:37

Ezequiel 36:37 El texto nos convoca a la oración. La oración constante, la vigilancia incesante son lo que nuestros intereses exigen imperativamente. Éstos los requiere la vida cristiana, y éstos son las recompensas de la corona de la redención. I. La naturaleza misma nos enseña a rezar. Como nues... [ Seguir leyendo ]

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