Salmo 19:10

I. El valor de la ley, comparado con el oro, puede medirse por el bien que hace; su dulzura de miel por su manera de hacerlo.

II. El doble encomio de la ley en el vers. 10 puede tomarse en conexión con lo que sigue así como con lo que precede (ver. 11). (1) "Por ellos es advertido tu siervo". Esto los hace, en mi opinión, más deseables que el oro, sí, que mucho oro fino. Si soy el siervo de Jehová, deseo que se me advierta continuamente, se me amoneste a cada paso, se me recuerde el deber, se me advierta contra el peligro. (2) "Y por guardarlos hay gran recompensa". Esto explica que sean más dulces que la miel. El servicio es la recompensa comenzada; la recompensa es el servicio perfeccionado. Al servir ahora, en medio de cualquier sufrimiento, pruebo el gozo del cielo.

RS Candlish, El evangelio del perdón, p. 153.

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