EN LA OSCURIDAD AL MEDIODÍA

Y ellos respondieron y dijeron a Jesús: No podemos saberlo. Y respondiendo Jesús, les dijo: Ni yo os digo con qué autoridad hago estas cosas.

Marco 11:33

¡Oh, terrible voz del más justo juicio! 'Has cerrado los ojos, no puedo mostrarte Mi gloria. Has tapado tus oídos, no puedo hablarte de Mi gracia. Has endurecido tu corazón, no puedo hacerte sentir Mi amor '.

No nos apresuremos a pasar por alto estas terribles, estas horribles palabras.

I. Por qué no pudieron decirlo.—No podían creerlo. Era mediodía y, sin embargo, estaban a oscuras. ¿Por qué? Puede ser una cuestión de vida o muerte para nosotros comprender la razón. No era que estos hombres hubieran endurecido sus corazones por un largo camino de lo que los hombres comúnmente llaman pecado. Pero —temblemos al pensar en ello— era simplemente esto: que habían estado escuchando palabras santas toda su vida, y no les había importado considerar lo que querían decir; habían estado rezando y no habían intentado rezar; habían estado hablando de Dios, y no le habían hablado, no le habían mirado a la cara y vivido; habían tenido opiniones verdaderas acerca de Dios, y no habían temido al Señor ni temblaron ante Su Nombre; habían escuchado el llamado de 'Arrepentíos', y lo habían escuchado con tanta frecuencia que se olvidaron de escuchar. Y, por tanto, hallaron que el mandamiento que fue ordenado a vida era para muerte.

II. Podrían haber sido los primeros en postrarse ante el Rey de reyes; podrían haberse convertido en los primeros mensajeros de Su gloria y heraldos de Su gracia; pero su gran oportunidad sólo sirvió para hacerlos más visibles en su miseria; porque dondequiera que se predique este Evangelio del Reino en todo el mundo, también debe contarse esta miserable historia, para que los hombres aprendan con su ejemplo a prestar atención a cómo oyen, para que las cosas que deberían haber sido para su vida no sea ​​para ellos ocasión de caída.

Si el Evangelio de Cristo no es una linterna para tus pies y una luz para tu camino, si no es la guía de tu vida y la fuente de todo tu gozo, está cegando tus ojos y endureciendo tu corazón.

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