Y llegó a Jerusalén con una gran cola, con camellos que traían especias aromáticas, mucho oro y piedras preciosas; y cuando llegó a Salomón, le habló de todo lo que había en su corazón.

Ver. 2. Que desnudos especias, y mucho oro y piedras preciosas. ] Estos eran los productos básicos de su país; con todo lo cual, junto con los placeres de su corte, se separó libremente, por amor a la sabiduría divina. Sí, podría haberse contentado con cambiar su trono por el escabel de Salomón. Josefo nos dice que, además de lo que aquí se menciona, ella le dio a Salomón la raíz de un bálsamo precioso, que luego se llevó la malvada reina de Egipto, Cleopatra.

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