He aquí, yo traeré el mal sobre ti, y quitaré tu posteridad, y cortaré de Acab al que pisotea el muro, y al encerrado y dejado en Israel,

Ver. 21. He aquí, traeré el mal. ] Aquí el profeta reanuda y prosigue su discurso interrumpido a Acab, diciéndole en qué confiar. Y la misma audacia fue utilizada por Atanasio, Hilario y Lucifer Calaritanus para Constantino, el emperador arriano, a quien no perdonan por no llamar Herodes, Nerón, Anticristo, etc. Juan de Salisbury trató con la misma claridad también con el Papa, en el año 1159 dC. Has hecho un fósforo con la maldad, y ahora tendrás la barriga llena de ella. "El descarriado de corazón se hartará de sus propios caminos", dice Salomón.

Y quitará tu posteridad. ] Lo cual Acab pensó evitarlo al engendrar setenta hijos. 2 Reyes 10: 1

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