Y dijeron a los mensajeros que habían venido: Así diréis a los de Jabes de Galaad: Mañana, cuando el sol esté caliente, tendréis ayuda. Y vinieron mensajeros y lo hicieron saber a los hombres de Jabes; y se alegraron.

Ver. 9. Mañana, a esa hora el sol estará caliente. ] No tertio morir, pasado mañana, como dicen Josefo y Comestor, que necesitará enmendar el Magnificat.

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