Y Samuel dijo: Cuando eras pequeño ante tus propios ojos, ¿no eras tú por cabeza de las tribus de Israel, y el SEÑOR te ungió por rey sobre Israel?

Ver. 17. Cuando eras pequeño a tus propios ojos. ] Hay una ingratitud en cada pecado, y eso debe ser considerado. Las buenas acciones agravan las crueldades, y nuestras ofensas aumentan con nuestras obligaciones.

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