Y Saúl envió a decir a Isaí: Te ruego que David esté delante de mí; porque ha hallado gracia ante mis ojos.

Ver. 22. Deja que David, te lo ruego. ] Esta bondad duró poco; porque David fue enviado a casa de nuevo poco después, y ama más su anzuelo desde que vio la cancha. a

a Magis caulam quam aulam diligebat. - A. Lapide.

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