Entonces Asa sacó plata y oro de los tesoros de la casa de Jehová y de la casa del rey, y envió a Ben-adad, rey de Siria, que habitaba en Damasco, diciendo:

Ver. 2. Entonces Asa sacó plata y oro. ] Aquí el buen Asa comenzó a decaer; lo cual fue peor en él, porque en su vejez, después de una victoria tan grande, y un pacto tan estricto de unirse al Señor.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad