Y llevaron los machos cabríos [para] la ofrenda por el pecado delante del rey y de la congregación; y les impusieron las manos:

Ver. 23. Les impusieron las manos. ] Manibus suis nixi sunt eis; mediante esta ceremonia confesaron sus pecados y los depositaron, por así decirlo, sobre su sacrificio, de hecho sobre Cristo, "quien él mismo llevó nuestros pecados en su propio cuerpo sobre el madero". 1Pe 2:24

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