Y cuando estos leprosos llegaron al extremo del campamento, entraron en una tienda, y comieron y bebieron, y de allí llevaron plata, oro y vestidos, y fueron y lo escondieron; y volvió, y entró en otra tienda, y llevó de allí [también], y fue y [la] escondió.

Ver. 8. Y tomó de allí también, y fue y lo escondió. ] La codicia es insatisfactoria en la clandestinidad y el acaparamiento; es, como se dice, una borrachera seca, sin decir nunca: Satis est. Es suficiente.

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