Así que, cuando habían recorrido toda la tierra, llegaron a Jerusalén al cabo de nueve meses y veinte días.

Ver. 8. Al cabo de nueve meses y veinte días. ] Por tanto tiempo estuvo David en su pecado sin arrepentirse. Se ha señalado anteriormente que los hijos de Dios no solo pueden estar empapados en las olas del pecado, sino que yacen en ellas por un tiempo; y quizás hundirse dos veces hasta el fondo, etc.

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