Y ves entre los cautivos una mujer hermosa, y la deseaste, que la tendrías por mujer;

Ver. 11. Y la deseas. ] Esto les fue permitido, como el divorcio, ob duricordium. Pero ese es un pasaje bajo en el Corán turco, que Dios no dio a los hombres tales apetitos que los frustraran, sino que los disfrutaran, como hechos para la ráfaga del hombre, no para su tormento, en el cual su Creador no se deleita; y, por tanto, consideran lícito que un hombre se case con tantas esposas como pueda mantener.

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