Tomad también vuestros rebaños y vacas, como habéis dicho, y vete; y bendíceme también.

Ver. 32. Bendíceme también. ] Entonces Maximino, el perseguidor, estando muy enfermo, envió a suplicar las oraciones de la Iglesia. "En su mes encontrarás" estos asnos salvajes. Jeremías 2:24

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