Y lo guardaron hasta la mañana, como Moisés había dicho; y no apestaba, ni tenía gusano.

Ver. 24. Hasta la mañana. ] El sábado por la mañana, en el que no se pudrió, sino que continuó sano y sabroso por la mano especial de Dios; para que pudieran guardar el sábado, como parece aquí que lo hicieron antes de la ley dada en el Sinaí. Los papistas presionan por la santificación del sábado como una mera institución humana en el culto religioso. Nuestros anti-sabadistas tomaron este texto solo como una anticipación, y dieron poca cuenta del cuarto mandamiento, que Spalato les había enseñado fue eliminado, etc.

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