Pero si en verdad obedeces su voz y haces todo lo que yo digo; entonces seré enemigo de tus enemigos, y adversario de tus adversarios.

Ver. 22. Un enemigo para tus enemigos. ] Hay un pacto ofensivo y defensivo entre Dios y su pueblo. Tua causa erit mea causa, dijo ese emperador a su amigo agraviado: así dice Dios al suyo.

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