Sin embargo, dice la casa de Israel: El camino del Señor no es igual. Oh casa de Israel, ¿no son iguales mis caminos? ¿No son desiguales tus caminos?

Ver. 29. Sin embargo, dice la casa de Israel. ] Todavía; por todo lo que puedo decir al contrario. Ellos todavía se mantendrán a sí mismos; serán dicti sui domini, etc., tal era su descaro y petulancia. Por tanto, Dios abandona la refutación y llega a la conclusión de esta impugnación.

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