Y [en cuanto a] mis ovejas, se alimentan de lo que hollasteis con vuestros pies; y beben lo que habéis ensuciado con vuestros pies.

Ver. 19. Y en cuanto a mi rebaño, comen. ] La gente pobre, engañada y amordazada se alegra de comer lo que puede pescar. Se alimentan de tradiciones, fábulas legendarias, indulgencias, peregrinaciones juradas, penitencias, etc. Si Lutero no se hubiera interpuesto en nuestro camino, dicen, podríamos haber persuadido a la gente de que comiera hierba.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad