Y Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Siquem anhela a tu hija: te ruego que la des por esposa.

Ver. 8. Y Hamor se comunicó con ellos. ] Un padre cariñoso busca satisfacer la lujuria de un hijo suelto, a quien debería haber castigado severamente; tales padres son peremptores potius quam parentes, dice Bernardo; como los simios, que matan a sus crías sacrificándolas. Muestran su amor tan poco, como si, aplaudiendo la boca de sus hijos, para mantenerlos alejados del viento frío, los estrangularan hasta la muerte.

Una mano hermosa, aquí, hace una herida sucia; cuando la corrección sería una especie de cura. Severitas tamen non sit tetra, sed tetrica, dice Sidonio. a Porque como un canalla al probar se enciende más ferozmente, y como el vino nuevo quebranta las vasijas débiles; tanta severidad derrumba y derrama una mente tierna.

a Sidonio, lib, iv. epist. 9.

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