Y Judá envió al cabrito por mano de su amigo el Adullamita, para recibir [su] prenda de mano de la mujer; pero no la encontró.

Ver. 20. De la mano de su amigo. ] Su corredor. ¡Viva esos adullamitas! Cargadores de carbón como éste, dice uno, son buenos para fregar un horno caliente. Otro fue Jonadab a Amnón. Cuánto mejor ese pagano que respondió Amicus tibi sum, sed usque ad aras.

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