Vivió Enoc sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén.

Ver. 21. Y engendró a Matusalén, ] es decir, el dardo de la muerte, o la muerte punzante (la muerte es un hábil arquero, que nunca pierde el blanco al que dispara); o, Una vez muerto, entra el dardo , es decir, el diluvio: y así sucedió, incluso en el mismo año de su muerte: aunque la Septuaginta se equivoca y lo hacen vivir catorce años después del diluvio.

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