Aún permanecerá en Nob aquel día; él dará la mano [contra] el monte de la hija de Sion, el collado de Jerusalén.

Ver. 32. Él le dará la mano, ] a saber, en Jerusalén, como amenazando su destrucción; pero ella meneará la cabeza hacia él con desprecio Isa 37:21 Dios a menudo deja que sus enemigos se esfuercen al máximo, y luego los hace volver a sus tareas con bastante vergüenza, como hizo con Faraón.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad