¿A quién me compararéis, me igualaréis y me compararéis para que seamos semejantes?

Ver. 5. ¿A quién, una continuación, me haréis semejante? b & c.,] qd, ¿ A cuál de tus amantes? porque aquí el Señor vuelve a su discurso contra los idólatras y sus ídolos, earumque inanitatem et inopiam demuestran, arremetiendo contra ellos con no menos estómago e indignación que un esposo celoso contra los galantes de su adúltera. Todo impío que idolatra sus concupiscencias, piense que oye a Dios hablándole así, como en este texto.

a Pathos habent verba me et cui. - Un Lapide.

b Ibíd.

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