Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello del profeta Jeremías y lo quebró.

Ver. 10. Entonces el profeta Hananías quitó el yugo del cuello del profeta Jeremías y lo rompió.] Este fue un hecho sumamente insolente y desesperado en Hananías, pero nihil est audacius illis deprensis , y una tentación sumamente peligrosa para que la gente creara su profetizador. Otro esbirro tan audaz fue Nestorio el hereje: Audax erat, dice Zanchius, et magnae loquentiae, qua unica fretus nihil non audebat, et quidem saepenumero feliciter quod volebat, obtinebat a- es decir, era audaz y hablado en grande, confiando en que se atrevía a intentar cualquier cosa; y con demasiada frecuencia efectuó también lo que intentó; de modo que sedujo por un tiempo al buen emperador Teodosio, y le hizo expulsar a Cirilo, un obispo ortodoxo, a quien después, después de una mejor consideración, devolvió de nuevo a su lugar con mayor honor, y condenó a ese hipócrita y hereje Nestorio, de quien lo que fue después, no lo sé; pero Hananías murió, como bien merecía, por atreverse a luchar contra Dios.

a Zanch., Miscell. Epist. Dedic.

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