Y vino palabra de Jehová a Jeremías por segunda vez, estando aún encerrado en el patio de la cárcel, diciendo:

Ver. 1. Además, la palabra del Señor vino a Jeremías por segunda vez. ] Con el mismo propósito con el primero, Jer 32: 1 que se considera su decimocuarto sermón, como este su decimoquinto; por ambos vemos que "la palabra de Dios no está atada", aunque el predicador sí; 2Ti 2: ​​9 "Corre y es glorificado", es libre y no está encadenado. 2 Tesalonicenses 3: 1

Mientras aún estaba encerrado. ] Dios no abandona a sus prisioneros, sino que les da a menudo consuelos extraordinarios. A Felipe, Landgrave de Hesse, que estuvo preso durante mucho tiempo por Carlos V por la defensa del evangelio, se le exigió ¿qué lo sostuvo todo ese tiempo? él respondió, Divinas martyrum consolationes se sensisse, que sentía en su alma los divinos consuelos de los mártires, en quienes como abundan las aflicciones de Cristo, abundan mucho más los consuelos de Cristo. 2Co 1: 5

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