Entonces el rey Sedequías envió y lo sacó; y el rey le preguntó en secreto en su casa, y dijo: ¿Hay alguna palabra del SEÑOR? Y Jeremías dijo: Hay; porque, dijo él, serás entregado en mano del rey de Babilonia.

Ver. 17. Luego el rey Sedequías. ] Estar ahora angustiado a causa de los caldeos regresa, y dispuesto a escuchar del profeta alguna palabra de consuelo, que aún podría no serlo, a menos que hubiera estado mejor. Si se aplica consuelo a una persona sin gracia, la verdad de Dios se falsifica.

¿Hay alguna palabra del Señor? ] ¿Algún oráculo nuevo, diferente del de la destrucción, que tantas veces has hecho sonar en nuestros oídos, ad ravim et nauseam usque?

Y Jeremías dijo: Hay,] scil., Palabra del Señor, pero la misma que antes; porque debes enmendarte antes de que el asunto se arregle contigo.

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