Tómalo, míralo bien y no le hagas daño; pero haz con él como él te diga.

Ver. 12. Tómalo y míralo bien. ] Un hombre inicuo, como vemos, puede ser amoroso y generoso con un ministro piadoso para fines personales. Por tanto, que ningún hombre descanse solo en él como signo seguro de hombre honesto.

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