Y el SEÑOR entregó a Laquis en mano de Israel, el cual al segundo día la tomó y la hirió a filo de espada, y todas las personas que estaban en ella, conforme a todo lo que había hecho a Libna.

Ver. 32. En el segundo día, ] es decir, después de haberlo sitiado. Porque Josué se apoderó de las ciudades más rápido que Timoteo el ateniense, en cuyas fatigas se decía que entraron mientras él dormía, hasta el momento en que comenzó a sacrificar a su propia red; pues entonces los volvió a perder tan rápido. a

a Plut., en Syll.

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