Y todo el despojo de estas ciudades y el ganado lo tomaron los hijos de Israel por presa para sí mismos; pero a todos los hirieron a filo de espada, hasta que los destruyeron, y no dejaron nada para respirar.

Ver. 14. Ni dejaron nada para respirar, ] es decir, sobre ese aire que tanto habían infectado mientras llenaban la tierra de un extremo a otro con su inmundicia. Esdras 9:11

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