Y cuando la gente lo vio, alabó a su dios, porque decían: Nuestro dios ha entregado en nuestras manos a nuestro enemigo y al destructor de nuestra tierra, que mató a muchos de nosotros.

Ver. 24. Y cuando la gente lo vio, alabó a su dios. ] Magnates, magnetos; la multitud hace como sus gobernantes; y, como en las bestias, el cuerpo sigue a la cabeza, así aquí.

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