Y los hijos de Israel subieron contra los hijos de Benjamín al tercer día, y se pusieron en orden contra Guibeá, como las otras veces.

Ver. 30. Y los hijos de Israel subieron. ] Aunque tenían una promesa, sin embargo, descuidaron no utilizar los mejores medios. Sabían que había que confiar en Dios, pero no tentarlo; y esta es la verdadera diferencia entre la fe verdadera y la presunción vana.

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