Entonces hizo descender el pueblo al agua; y Jehová dijo a Gedeón: Todo el que lamiere el agua con su lengua como lame un perro, lo pondrás solo; Asimismo, todo el que se postra de rodillas para beber.

Ver. 5. Que lame el agua, etc. ] Iudicium strenuitatis et temperantice, dice Piscator: esto era un signo de fortaleza de cuerpo y templanza de mente, como la otra postura era de debilidad y codicia. Aquellos que están en condiciones de seguir al Señor, dice aquí Diodat, que por celo por su servicio, no hacen más que saborear los placeres del mundo a medida que pasan, sin quedarse con ellos, solo por necesidad, y no por ningún deleite constante que disfruten. ellos.

El que, con algunos de los polacos, o con ese perro Diógenes, le lamiera el agua de las manos, puede seguir adelante sin embargo; como hace un perro egipcio cuando lame las aguas del Nilo por miedo a un cocodrilo. a

a Solin., cap. 20.

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