Y sucedió que aquella misma noche le dijo el SEÑOR: Levántate, desciende al ejército; porque lo he entregado en tu mano.

Ver. 9. Baja al anfitrión. ] Era una tarea difícil, pero confiaba en Dios, devoraba la dificultad y despreciaba el peligro. Eπου τω Yεω, era la antigua regla entre los paganos más sabios, Ser gobernado por Dios.

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