Dios ha entregado en tus manos a los príncipes de Madián, Oreb y Zeeb: ¿y qué pude hacer yo en comparación con ti? Entonces su ira disminuyó hacia él, cuando dijo eso.

Ver. 3. ¿Y qué pude hacer yo en comparación con usted? ] Sabía que eran ambiciosos y, por tanto, poco menos que atribuirles la victoria. Sin embargo, no dice: Tú lo has hecho todo, y yo poco o nada; porque entonces hubieran pensado que se había burlado de ellos. Sólo él les recuerda que deben dar derecho a Dios a todos sus logros, cuando dice aquí: "Dios ha entregado en tus manos", etc. Quizás estas personas orgullosas no pensaban en esto.

Entonces su ira se apaciguó. ] Como podría ser suficiente: porque, como las aguas de Siloé al pie de Sion, Isa 8: 6 que corren suavemente, él hizo poco ruido, aunque escuchó grandes palabras.

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