Las manos de las mujeres piadosas han empapado a sus propios hijos: fueron su alimento en la destrucción de la hija de mi pueblo.

Ver. 10. Se han empapado las manos de las mujeres lastimeras. ] Los empapamos en lugar de asarlos, no sea que sean descubiertos por el olor, y así corran peligro de ser despojados de ellos, como sucedió en el último asedio de los romanos. Lege et luge. Reúnanse y morne.

Eran su carne. ] En cada víscera, ex quibus exierant, retrusi sunt; volvieron a las mismas entrañas de donde salieron.

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